Algo salió mal en su cirugía de glúteos y ahora está entre la vida y la muerte
En la era moderna, las cirugías estéticas se han convertido en una opción popular para quienes quieren mejorar y cambiar algo de su apariencia física. Así, son muchas las que se realizan procedimientos cosméticos para realzar su belleza, entre ellos la cirugía de glúteos.
Sin embargo, no todos los casos salen bien y en algunos, los riesgos que siempre acarrean pueden llegar a ser irreversibles, como es el caso que estás a punto de conocer.
El caso de una mujer que se sometió a una cirugía de glúteos sin saber lo que ocurriría
Todo empezó hace más de una década, cuando una mujer decidió someterse a una cirugía de glúteos para mejorar su figura. Se trataba de Silvina Luna, quien ganó popularidad tras su participación en el programa reality ‘Gran Hermano’ rodado en Argentina. A partir de este momento se convirtió en una figura pública a través de sus redes sociales.
Desafortunadamente, tras el procedimiento, algo salió terriblemente mal y desde entonces ha estado luchando por su vida. Ya no solo se trataba de una cirugía de glúteos, sino que ahora requería un trasplante de riñón, además de poner su vida en riesgo, algo que nunca imaginó.
La operación se realizó en el año 2010, momento en el que optó por hacerlo con uno de los cirujanos más populares de entonces. Con el mismo profesional se habría realizado, previamente, una liposucción en la que se habría mezclado la grasa con metacrilato para luego inyectarla en los glúteos.
El momento en el que todo empezó a complicarse
La situación de Silvina despertó las alertas en el año 2013. Sin embargo, no fue sino hasta el siguiente año que ella decidió hacer pública la condición de salud que estaba atravesando. La noticia se había adelantado cuando se difundió la información de que estaba internada en el Hospital Italiano a causa de problemas renales. Allí, Silvina mencionó en sus redes sociales:
“Estoy bien, bajo observación debido a un cólico renal”.
Pero la situación iba más allá. Apenas unos días después se volvió a referir sobre el tema y mencionó al cirujano y también contando su experiencia a causa de la cirugía de glúteos. Allí dijo:
“Mi trabajo está estrechamente vinculado con la imagen y existen muchas presiones para cumplir con ciertos estereotipos. Cuando era más joven, decidí someterme a una intervención quirúrgica para mejorar aún más mi apariencia. Deposité mi confianza en un médico y, lamentablemente, recibí sustancias tóxicas en mi organismo”.
De acuerdo con lo que mencionó en este momento, tras la experiencia, Silvina tomó la decisión de dar su testimonio, pues dijo que como figura pública se sentía en la obligación de compartir lo que le había pasado para que otras mujeres que estuvieran pasando por lo mismo o estuvieran por someterse a una cirugía de este tipo.
Su salud iba de mal en peor. Confesó que a los 30 años, en ese momento, ya debía someterse a los cuidados que debería tener una mujer mayor. Esto se debió a que su riñón, especialmente, resultó ser uno de los órganos más afectados por cuenta de una bacteria y ahora debe asistir una vez por semana al médico, además de tener que tomar medicamentos para siempre.
A su testimonio sumó que la angustia es ahora su pan de cada día. Corre los días con el miedo de que un día todo va a empeorar y más partes de su cuerpo van a resultar afectadas. Su salud física, emocional y psicológica sufrieron todas las consecuencias de un caso que ni ella misma imaginó que iría tan lejos.
La denuncia y la actualidad
Con el paso de los meses la situación de salud de Silvina fue empeorando. Dio a conocer que sus riñones ya no funcionaban por sí mismos y ahora requería un trasplante, aunque primero necesitaba un procedimiento para combatir una bacteria que transitaba en su cuerpo e impedía que se realizara cualquier trasplante.
Silvina decidió dar a conocer su caso y por esta razón en febrero de 2022 el cirujano fue condenado a cuatro años de prisión, sumado a cinco años de inhabilitación para ejercer como médico. La medida fue posible luego de que Silvina presentara las evidencias de las “lesiones graves” que le produjo la misma intervención a otras cuatro pacientes.
La investigación arrojó que el médico habría usado un relleno que contenía microesferas de polimetilmetacrilato (PMMA), un elemento prohibido para su uso en varias partes del cuerpo y cuyas dosis deben seguir las recomendaciones por la comunidad científica. Sin embargo, al parecer, el médico al día de hoy seguiría ejerciendo su carrera, mientras que ella ahora tiene su vida marcada para siempre.
Este caso nos recuerda que la cirugía de glúteos, como cualquier otro procedimiento quirúrgico, conlleva riesgos considerables. Algunos de los posibles efectos secundarios y las complicaciones derivan en infecciones, sangrados, cicatrices anormales, reacciones adversas a la anestesia, daños a los tejidos, entre otros.
Aquí también hay que agregar que hay un riesgo inherente de insatisfacción con los resultados estéticos, lo que puede afectar negativamente la salud mental y emocional del paciente. ¿Qué tan dispuestos estamos a poner la vida en riesgo?
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