Perdió a su amado hijo y escribió 10 reglas que ayudan a otros a ser mejores padres
Quién podría decir que el amor entre padres e hijos no es lo suficientemente intenso, genuino y demesurado como para tejer lazos inquebrantables. Es tan grande, que alcanza para toda una vida y traspasa cualquier frontera.
El caso que conocerás a continuación es una viva muestra de ello. Te lo compartimos aquí.
Padres que pierden a sus hijos: ¿qué se hace con el dolor?
Existen casos tan dolorosos, con los que somos capaces de hundirnos en el sufrimiento para siempre, pero también aquellos que sirven de herramienta para ayudar a otros a mejorar.
Esta es la situación de Richard Pringle, un hombre que, como algunos padres, amó a su hijo de inicio a fin. Jamás lo dudó ni lo negó; por ello, su testimonio se ha convertido en una gran inspiración.
Richard perdió a su hijo Hughie cuando solo tenía tres años de edad. ¿La razón? Una hemorragia cerebral que cobró la vida a su pequeño, debido a una condición de salud que lo afectó desde el momento en que sus ojos vieron la luz.
El dolor que sintió este hombre, como muchos padres, fue insoportable. Difícilmente algo tan grande puede reponerse en el pecho, pero Richard lo logró.
Reglas para ser mejores padres
Luego de vivir su dolor, un año después, quiso compartir su caso en su cuenta de Facebook. Allí dejó 10 aprendizajes que recolectó en este camino y sobre los cuales reflexionó muchísimo tras perder a su hijo.
Así, tras un emotivo mensaje, dejó al mundo los siguientes puntos:
1. Jamás es demasiado. No está de más todo el amor y los besos que puedas regalarle a tus hijos.
2. Siempre hay tiempo. Aunque sea por uno o varios minutos, detente. Nada es más importante que tu hijo y todo lo demás puede esperar.
3. Procura tomar la mayor cantidad de fotos y vídeos. Un día, puede ser que esto sea lo único que tengas sobre ellos.
4. No importa cuánto dinero gastas, pero sí cuánto tiempo les dedicas. Diviértete con tu hijo; será uno de sus mejores recuerdos.
5. Los recuerdos más felices son aquellos en los que la diversión está entre ustedes. Canta y creen recuerdos musicales con ellos.
6. Las pequeñas cosas son las más valiosas. Acciones como cenar juntos, dormir, leer, ver una película, son los momentos más dulces y los que más podrías extrañar.
7. Un beso de despedida nunca está de más. Si olvidas besarlo, regresa y dale otro beso. Jamás sabrás cuándo es la última vez.
8. Que las cosas aburridas se conviertan en cosas divertidas. Provocar risas será sin duda su mayor acto de complicidad.
9. Regístralo todo. Escribe lo que hace tu pequeño, sus creaciones y chistes, sus ocurrencias; todo esto será parte del material de recuerdo cuando sea mayor.
10. Si tu hijo está contigo, que no le falte su beso de buenas noches. Sé testigo de su vida en cada momento. ¡Llévalo a la escuela, a la universidad, al altar! Tu hijo es tu bendición y no debes olvidarlo.