¿El envejecimiento humano se puede detener?
Es innegable que una de las búsquedas más constantes de la humanidad ha sido la de la eterna juventud y con ello han surgido narrativas en torno a fuentes mágicas, fórmulas y secretos milagrosos. Sin embargo, las huellas del envejecimiento han logrado sobreponerse y a la par, la ciencia moderna ha revelado varios datos que conviene saber.
Lo primero: qué es el envejecimiento desde la perspectiva biológica
Hablamos de envejecimiento para referirnos a un proceso complejo que involucra factores genéticos y ambientales. Así, con el paso del tiempo, el daño que acumula el ADN, como la inflamación crónica y la oxidación de las células, deterioran las funciones celulares. En esta línea, se ha descubierto que los telómeros, secuencias de ADN, se acortan y cuando alcanzan cierto tamaño, generan que la célula entre en un estado senescente donde ya no puede seguir dividiéndose.
Para “combatir” este proceso natural, las investigaciones se han dirigido directamente a prolongar la salud durante el proceso de envejecimiento y se han logrado avances importantes en las últimas décadas. Entre ellos encontramos:
Resveratrol: un compuesto que se halla en el vino tinto y que ha demostrado una alta capacidad para activar las sirtuinas, una especie de enzimas que desarrollan un papel fundamental en el fortalecimiento y la prolongación de la vida de las células.
Células madre: es uno de los hallazgos más importantes, pues se ha descubierto que actúa como una herramienta que lucha contra el envejecimiento. Se han realizado terapias regenerativas que pudieran servir para reemplazar tejidos y órganos deteriorados en el envejecimiento. Uno de ellos es el cartílago.
No obstante, aunque representa un avance prometedor, los desafíos son amplios, pues en el caso de las células madre están ligadas al riesgo de formación de tumores.
Senolíticos: son un tipo de fármacos elaborados con el fin de eliminar células senescentes. Sin embargo, están en proceso de investigación, dado que podrían rejuvenecer tejidos. Las células acumuladas pueden producir inflamación, razón por la que su eliminación sería una forma ideal de luchar contra el envejecimiento.
El secreto más importante: el estilo de vida
En lo que la ciencia sigue avanzando en esta búsqueda por retrasar el envejecimiento, existe una evidencia sólida de aspectos como la actividad física, el manejo del estrés, la dieta alimenticia, el descanso y el bienestar desarrollan un impacto directo en el proceso de envejecimiento.
Tanto es así que estudios a largo plazo han podido demostrar que una buena alimentación rica en frutas y verduras tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como también favorecer la longevidad. Es por ello que mientras continúa la exploración científica, mantener un estilo de vida saludable no se debe perder de vista. No solo para lograr mantener la imagen que queremos, sino también la energía y vitalidad por mucho más tiempo.
- López-Otín, C., Blasco, M. A., Partridge, L., Serrano, M., & Kroemer, G. (2013). The hallmarks of aging. Cell, 153(6), 1194-1217.
- Sinclair, D. A., & LaPlante, M. D. (2019). Lifespan: Why We Age—and Why We Don't Have To. Atria Books.
- Campisi, J., Kapahi, P., Lithgow, G. J., Melov, S., Newman, J. C., & Verdin, E. (2019). From discoveries in ageing research to therapeutics for healthy ageing. Nature, 571(7764), 183-192.