Conoce el curioso origen de las propinas, una práctica para agradecer
¿Alguna vez te preguntaste por qué damos propinas? Quizás se nos ha hecho parte de la cultura, una costumbre que solemos hacer en restaurantes, principalmente, cuando salimos satisfechos con el servicio que hemos recibido.
Pero, ¿cuándo y cómo surgió? Si te quedas hasta el final, seguro que los datos que encontramos te van a sorprender.
Propinas: acerquémonos a una definición
Si bien no se sabe con exactitud cuál es el origen de la palabra, hay quienes dicen que podría desprenderse del latín propināre, que hace referencia a «propinar». Esta expresión era utilizada para referirse a dar de beber.
Por otro lado, en inglés, las propinas son conocidas como tips. Sería utilizada inicialmente en los años 1600, en medio del argot de los ladrones de la época, para dar cuenta de una cantidad de dinero reducida.
¿Cómo surgió esta práctica? ¿Era para dar gracias?
Según los historiadores, esta actividad, que en la actualidad se nos ha hecho costumbre, tendría su origen en plena Edad Media en Inglaterra. En aquella época, eran los amos quienes tenían como costumbre regalar dinero adicional a los siervos que tuvieran el mejor desempeño dentro de sus labores; a aquellos que resaltaran.
El incentivo resultó ser tan bien acogido, que pronto, en el siglo XVII, empezó a ganar popularidad entre diferentes entornos y contextos, pero manteniendo la esencia de agradecer por los servicios recibidos y de los cuales el que daba las propinas, se sentía satisfecho.
Uno de los primeros espacios en los que se habría empezado a acoger la práctica fue por parte de los viajeros que se quedaban en casas privadas o casas de familia. Así, con dinero extra agradecían las atenciones que recibían de los anfitriones, además del dinero acordado por el servicio.
Con el paso del tiempo, dar propinas se convirtió en una costumbre cada vez más extendida que se trasladó al agradecimiento monetario de clientes y otras personas que recibían servicios en establecimientos comerciales, cafeterías, restaurantes, entre otros centros de Inglaterra.
Cuando la práctica se instaló en otros continentes
Un dato curioso de todo este proceso es que el pago de propinas logró desplazarse, también, a varios países de Europa, pero también llegó al continente americano. Sin embargo, en estos nuevos territorios la práctica no fue tan bien recibida, aunque seguía siendo positiva para un gran número de personas.
Se cree que algunos la consideraban una costumbre que no era práctica y que incluso no era justa la retribución. No obstante, para eliminar esta idea, en el año 1926 se habrían derogado leyes que tenían como fin quitar la categoría de ilegal a las propinas en suelos estadounidenses.
¿Sabías que en algunos países es obligatorio dejar propinas?
Países como Finlandia, Dinamarca, Suiza, Reino Unido, Francia e Islandia lo incluyen como parte del precio final de un servicio. En América no es obligatorio, pero en varias regiones se considera de mala educación no dejar propinas cuando se accede a un servicio.
