Trucos con sal que te ayudarán a tener una cocina impecable

Además de condimentar los alimentos, es ideal para mantener los utensilios relucientes. Descubre esto.

La sal es un ingrediente que nunca falta en las casas. Es indispensable para condimentar los alimentos y disfrutar de los platos más exquisitos.

Sin embargo, más allá de eso, también es importante saber que sus propiedades le permiten ser uno de los mejores aliados para la limpieza de la cocina. Por eso, en este artículo te contamos cómo utilizarla para que ese espacio de tu hogar siempre esté reluciente.

¿Quieres conocer todos los detalles? Continúa leyendo hasta el final para que no te pierdas detalle.

La sal, perfecta para higienizar las sartenes

Todos sabemos que después de azar un delicioso pedazo de carne o pollo, hay que convivir con el martirio de eliminar la grasa que queda bien adherida a las sartenes. No obstante, con la sal es posible facilitar ese proceso.

Para ello, en primer lugar hay que espolvorear ese ingrediente por la superficie del utensilio y esperar alrededor de 5 minutos. Después, es imprescindible frotar con una esponja seca para lograr remover todos los restos de suciedad.

Además, para finalizar, lo que corresponde es enjuagar con agua y jabón. De esa manera, la sartén volverá a relucir casi como si estuviera nueva.

2. En cuanto al refrigerador

Este elemento es uno de los que más se ensucian, porque en él se guardan productos que pueden soltar algún tipo de líquido. Además, por el hecho de abrirlo y cerrarlo a diario, es bastante normal que queden marcadas las huellas de la mano.

Desde que haya sal, las personas pueden estar tranquilas porque ese producto es uno de los más eficaces para combatir las manchas. En ese orden de ideas, al momento de la limpieza, es recomendable mezclarla en una taza junto a un poco de agua.

Posteriormente, introducir un trapo en esa preparación y pasarlo por cada uno de los rincones del refrigerador. De ese modo, se consigue que no quede ningún rastro indeseado.

3. Para la higienización de las tazas

Luego de un tiempo de uso, es muy común que las tazas se manchen porque se untan día a día de diversos tipos de bebidas. Sin embargo, usando algo de sal se puede recuperar el color natural de las mismas.

Para esto, se debe aplicar sal en toda la parte inferior de ese elemento y frotar con un paño que esté húmedo. Es así como los manchones irán desapareciendo poco a poco.

Así mismo, como último paso, es vital lavar la taza con agua fría para que pueda quedar del todo limpia y lista para volver a ser utilizada.

4. La sal, ideal para la limpieza del fregadero

Al momento de lavar la loza, varios restos de comida caen en el fregadero y pueden dejarlo manchado. De igual manera, impregnarle un mal olor. 

No obstante, esas 2 molestias se pueden vencer con la sal. Pues, al depositar media taza de ese producto a través del desagüe y lavar con agua fría, es posible eliminar cualquier tipo de suciedad.

En vista de ello, lo mejor es realizar ese proceso al menos una vez a la semana para garantizar que el fregadero siempre esté reluciente y con un aroma agradable.

5. Al asear la cafetera

Es una realidad que, después de un tiempo, el café puede ir ocasionando que este utensilio de cocina vaya perdiendo el color que tenía en un principio. Pero con sal y hielo, todo estará solucionado.

De esa manera, hay que poner un poco más de media taza de sal en los compartimentos en los que se deposita el café y acomodarle algunos cubos de hielo encima. Además, empezar a raspar con una cuchara de madera para que ese segundo elemento se vaya derritiendo.

En consecuencia, toda la máquina se verá bastante limpia. Pero a pesar de ello, es fundamental enjuagar con agua y jabón para que no quede ninguna pizca de sal.

6. La sal, excelente para quitar el olor a pescado

Aunque el pescado es uno de los platos más exquisitos que se puede preparar en casa, su incómodo olor queda presente en las sartenes. Por lo mismo, es importante realizar la limpieza con un producto eficaz como la sal.

Para ello, toca aplicar ese ingrediente en toda la superficie del utensilio y adicionar agua caliente. Después, dejar actuar esa combinación durante media hora.

Por último, lo que corresponde es lavar muy bien con agua fría y jabón. De ese modo, se le pondrá fin a cualquier mal olor y las sartenes se podrán volver a utilizarse con todo el gusto del mundo.