6 trampas ingeniosas que hacen los supermercados y que no quieren que sepas

En esta línea, es clave recordar la importancia de comprar de manera planificada y consciente.
6 trampas ingeniosas que hacen los supermercados y que no quieren que sepas

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 agosto, 2023

Si hablamos de establecimientos y sectores que son verdaderos maestros del arte de la seducción y la persuasión, los supermercados ocupan uno de los primeros lugares. Con frecuencia son este tipo de lugares los que se las ingenian con el fin de captar la atención de sus visitantes. 

¿Cómo lo hacen? Prepárate, porque seguro no estás preparado para lo que vas a leer y enterarte cómo juegan con tu mente para venderte más. 

Las trampas más ingeniosas que los supermercados no quieren que sepas

Desde la forma en la que están organizados los productos, hasta los colores que tienen los pasillos y cada una de sus secciones, todo está meticulosamente organizado para que los consumidores puedan sentirse tentados sobre lo que ven y de esta manera quieran comprar más

Es así que, en este intrigante viaje por los pasillos del comercio minorista, veremos algunos de los trucos más ingeniosos que los supermercados realizan con el fin de cautivarnos y en este sentido, alentarnos a aumentar nuestras compras. 

1. Aromas exquisitos 

Desde el momento en el que ingresamos al supermercado, una gran cantidad de olores irresistibles nos atrapan. Sin duda la magia de estos envolventes aromas resulta muy agradable para el olfato humano. 

Lo cierto es que los supermercados utilizan de forma estratégica las áreas de la cocina con el fin de difundir un aroma tentador que a menudo guarda pan recién horneado y platos cocinados en cuanto entramos. Estos olores no solo despiertan el apetito, sino que también son capaces de aumentar en los consumidores el deseo de compra. 

2. Ofertas irresistibles al ingresar

Seguro no son tan desconocidas para ti las ofertas que también ubican los supermercados en la entrada, llamadas también como “gangas de último momento” u “ofertas relámpago”. Este tipo de información se roba desde el inicio la atención generando la ilusión de que estamos recibiendo un trato exclusivo. 

En realidad, estas ofertas llevan al consumidor al interior del supermercado, el lugar en el que estamos más propensos a realizar compras que no habíamos planeado. 

3. La ubicación estratégica de los productos 

Nada de lo que encuentras en el supermercado es al azar, en especial cuando se trata de la ubicación de los productos. Aquellos que son más esenciales se suelen colocar en lo más profundo de los pasillos, de manera que los consumidores tengan que recorrer todo el supermercado para encontrarlos y así, esquivar en el camino las ofertas y olores que se ubican para él. 

Por otro lado, los productos complementarios como el pan y la leche se colocan en extremos opuestos para incentivar a un recorrido más largo y de esta manera aumentar las oportunidades de compra.   

4. Descuentos increíbles 

Con frecuencia los precios que se exponen y terminan en 99 o 95, son usados como una táctica psicológica a la que se le conoce como “efecto de los precios terminados en 9”. Básicamente, el cerebro tiende a percibir estos precios como más bajos a pesar de que la diferencia entre uno u otro sea mínima. 

A esto se suma que las ofertas con “compra uno y lleva otro a la mitad de precio”, también motivan la acción de acceder al producto generando que el consumidor lleve más de lo que había planeado, una serie de descuentos que pueden resultar irresistibles a simple vista. 

5. Una presentación visual atractiva y llamativa

La presencia de colores brillantes en las etiquetas de los productos es usada para atraer la atención de los consumidores. A menudo se suelen usar tonos rojos y amarillos que transmiten al lector la sensación de urgencia, razón por la que tomar decisiones rápidas es su objetivo para incentivar la compra.

En esta misma línea, la forma en la que están dispuestos es clave. Son puestos a la altura de la vista todos aquellos artículos que son más rentables. Además, con frecuencia los estantes se llenan parcialmente para crear la sensación de abundancia y suelen estar agrupados con productos similares para que los consumidores quieran comprar más. 

6. Un “gustito” antes de irte 

La tentación del final en la visita al supermercado está justo al llegar a la caja registradora. Seguro has notado que los estantes están llenos de dulces, objetos coleccionables y otra serie de artículos pequeños, pues tampoco son dejados allí al azar. 

Este tipo de artículos llaman la atención de los consumidores y tienen la función de tentar a los compradores cuando están esperando en la fila para realizar el respectivo pago. Esto se observa porque al haber realizado compras más grandes el autocontrol tiende a debilitarse y es más probable que se caiga en la tentación de agregar otro producto a la compra. 

Contrario a lo que podemos imaginar, mientras recorremos “inocentemente” los pasillos de los supermercados, también nos convertimos en víctimas de una danza cuidadosamente construida entre la estrategia de ventas y nuestras propias emociones. En esta línea, es clave recordar la importancia de comprar de manera planificada y consciente. Ahora que conoces estas tácticas, disfrutar de tus compras no tiene por qué convertirse en un dolor de bolsillo.