¡Superó toda clase de burlas! Conoce la inspiradora historia de un joven que vendió globos para pagar sus estudios y ser profesional
Cuando de cumplir sueños se trata las fuerzas del corazón no pueden medirse y así lo demostró durante todo el proceso de formación un joven que vendió globos para pagar su carrera, para ser profesional, su gran objetivo.
¿Quieres conocer más de esta maravillosa historia? Quédate hasta el final para conocer hasta el último detalle.
El sueño de ser profesional de Eduardo Chamé
El protagonista de esta historia nació en Chiapas, México. Su nombre es Eduardo Chamé y el mundo pudo conocer su historia luego de que compartiera toda su experiencia en el momento cumbre de su camino, cuando publicó que cumplió su sueño de ser profesional.
Así lo gritó a todos a través de una publicación en Facebook donde aparecía con su traje formal en el día de la graduación. Eduardo Chamé se había graduado como contador de la Universidad Autónoma de Chiapas. Sin embargo, llegar hasta allí no fue un proceso sencillo y de esto dieron cuenta todas las personas que lo conocían.
En la publicación que contó con una gran variedad de reacciones y mensajes, Chamé aprovechó para agradecer el apoyo de su familia, quienes estuvieron a su lado durante todo el camino y contribuyeron a su negocio para lograr alcanzar la meta.
Eduardo Chamé vendía globos y así pudo graduarse
La historia tras un sueño es quizá la parte más importante cuando se cuentan este tipo de experiencias, esto porque si bien muchos vieron el final, pocos en realidad conocieron lo que este joven soñador tuvo que pasar para hoy ser profesional en la carrera en la que soñaba ejercer.
El esfuerzo de Eduardo Chamé fue grande, pero cada segundo valió la pena. Él se dedicaba a vender globos, un artículo que aunque sencillo, sigue produciendo sonrisas en quien lo lleva. De hecho, su familia también compraba sus productos y de esta manera, Chamé podía pagar los pasajes a la universidad, libros, material de trabajo y hasta sus alimentos.
Sin duda, un trabajo valioso por el que pudo ser profesional. Sin embargo, el camino no estuvo limpio de tropiezos. A menudo recibía comentarios burlones por su actividad a los que él respondía sereno y firme. Jamás se sintió avergonzado, no tenía por qué sentirlo, pero muy orgulloso sí. Incluso, mencionó que:
“Los vendedores ambulantes son personas que también tienen sueños y están construyendo su futuro. Por lo tanto, es importante respetar y valorar su trabajo, independientemente de lo humilde que pueda parecer, porque ese mismo vendedor al que se le rechaza hoy podría ser el profesionista que se necesita mañana”.
En su publicación también hizo un llamado que invitó a la reflexión, pues mencionó que no todas las personas tienen las mismas condiciones y oportunidades si es que quieren cumplir un sueño. Este fue el camino que él construyó para lograrlo y afirmó que no hay dicha más grande que haber cumplido uno de los sueños más grandes de su vida.