¡Recorre Sudamérica en auto a sus 67 años! Conoce al jubilado aventurero que se hizo viral

¿Qué empujó su decisión de emprender el viaje? Descubre su historia y cómo llegó a recorrer Sudamérica en 45 días.
¡Recorre Sudamérica en auto a sus 67 años! Conoce al jubilado aventurero que se hizo viral

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 diciembre, 2022

A lo largo de nuestras vidas, nos hacemos tantos planes a corto, mediano y largo plazo, que pensamos que ellos nos harán sentir plenos. Sin embargo, muchos quedan en deseos y son pocos los que realmente se animan a cumplirlos, como es el caso de este hombre jubilado.

¿Y tú, cómo te imaginas este momento de tu vida?

El jubilado que se convirtió en una inspiración

Después de una vida como comerciante, trabajador de circo, panadero e incluso empleado de una fábrica de juguetes, Alberto Carlos, un hombre jubilado de 67 años de edad, decidió emprender el viaje de su vida.

Su convicción desvió de su camino los comentarios negativos que anticipaban que no podría hacerlo o que, a su edad, eso era imposible. Sus ganas de descubrir el mundo siempre fueron mucho más fuertes. Y así, se embarcó en un viaje increíble con una mochila en un auto modelo 76.

«Quería hacer algo diferente, pero no planeé nada para eso».

No se trataba de dinero y el hombre lo sabía muy bien

¿Cuántos de nosotros hemos decidido dejar pasar planes porque consideramos que necesitamos reunir cierta cantidad de recursos? Seguramente muchos y en más de una ocasión.

Alberto Carlos sabía que lo más necesario en su proyecto eran sus ganas de querer hacerlo; solo así podría encontrar con claridad todo lo demás. Su pequeña mochila protegía ropa, herramientas, tiendas de campaña, un colchón y otros menesteres.

«No tiene precio. Fue un regalo para mi vida. Personas, paisajes y experiencias espectaculares».

Así logró recorrer Sudamérica

Alberto Carlos, el jubilado aventurero, recorrió cerca de 15 mil kilómetros de Sudamérica en 45 días. Pasó por Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Paraguay y Argentina. Y lejos de lo que se cree, su familia lo apoyaba a la distancia.



Su momento de descanso estaba ubicado en su propio auto. Buscaba campamentos con el fin de alimentarse y bañarse, y algunas veces comía en restaurantes. Su equipamiento de agua era su mayor preocupación, así como la comida que debía llevar consigo.

«Quiero inspirar y alentar a otros a salir de la pereza, a aventurarse más en diferentes experiencias y viajes».

A su paso se encontró con muchas personas que aplaudían su aventura, e incluso también le ofrecían comida, y él pudo serles de ayuda para solucionar algunos percances del camino.

Historias como esta se convierten en fuentes de inspiración para todos aquellos que seguimos guardando sueños.