4 razones por las que no deberías dormir con la misma funda de almohada por más de 2 días

Ácaros y bacterias pueden vivir en las fundas de tu almohada. Por estas razones debes empezar a cambiarlas con frecuencia:
4 razones por las que no deberías dormir con la misma funda de almohada por más de 2 días

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 octubre, 2023

Si hablamos de los placeres de la vida, tendríamos que añadir el descanso, pero en especial, ese momento en el que ingresamos a una cama con las sábanas recién lavadas, unas fundas de almohadas oliendo delicioso y un entorno acogedor que nos abrigue en ese momento. Sin embargo, a pesar de esa sensación placentera no siempre está acompañada de un lugar limpio, lo que puede ser peligro para la salud. 

Por ello, en esta ocasión queremos contarte por qué y cuáles son los riesgos de poner nuestra piel en contacto con prendas que llevan varios días sin cambiar. 

¿Por qué cambiar las sábanas y la funda de almohada después de 2 días?

Cada noche al acostarnos, las sábanas y la funda de almohada se convierten en las sedes donde abandonamos sudor, restos de maquillaje y hasta células muertas. Todo esto mientras dormimos y sin darnos cuenta. Al convertirse en un almacenamiento de estos desechos, podemos estar durmiendo en un lugar inseguro para nuestra salud

Así lo han dictado médicos expertos, quienes mencionan que la funda de almohada, en particular, debe cambiarse al menos dos o tres veces por semana. Aquí te contamos las razones: 

1. Producción de acné 

Sí, además de factores como el clima, la edad, etc., el acné también puede aparecer por culpa de una falta de higiene de la ropa de tu cama. No solo se trata del cuidado que le des a tu piel con los productos con los que la limpias y maquillas a diario, también incluye dónde reposa cada noche al descansar. Si lo haces en una funda sucia, el sudor y la grasa de la piel permitirá el ingreso de bacterias y hongos que además de lastimar tu piel también pueden hacer que se irrite y brote con facilidad. 

2. Acumulación de ácaros 

Los desechos que mencionamos, como el sudor, las células muertas y restos de productos que has añadido a tu piel quedan en la superficie de tu almohada. Juntos construyen el entorno perfecto para la acumulación de los ácaros de polvo, los cuales se alimentan de estos residuos. En este sentido, no cambiar la funda de almohada regularmente implicaría estar expuestos a los ácaros que pueden ser perjudiciales para la salud de la piel y del organismo en general. 

 3. Afectaciones en el cuero cabelludo 

Otra de las partes del cuerpo afectadas por este mal hábito es nuestro cabello. Por más que gastes dinero en tratamientos costosos, no verás resultados si la funda que usas lleva varios días desde la última vez que la cambiaste. El cuero cabelludo también es piel y acumula lo que entre en contacto con él, por eso si las fundas no están limpias puede afectar tu salud y estimular la producción de hongos. 

4. Perjudicar tu descanso 

Finalmente, pero no por ello menos importante, encontramos que también perjudica el descanso en general. Resulta que los gases liberados por gérmenes y ácaros se acumulan en la tela de la funda, lo que puede resultar en alergias a tu cuerpo y hasta dificultar la respiración. Estos malestares se verán en la afectación a tu sueño, un mal descanso y un agotamiento al día siguiente. 

Es probable que en otro escenario jamás hubiéramos imaginado el poder que tienen una funda de almohada limpia, pero ahora que lo sabemos es necesario empezar a implementar el cambio regularmente.