¿Quién fue el niño burbuja? La conmovedora historia que el mundo no olvidará
Las enfermedades raras sí existen y son una realidad que ha estado inmersa en nuestra sociedad por años. Los padecimientos como los que vivió el conocido niño burbuja dan cuenta de ello y no solo cambió su vida, sino la de todos sus cercanos y el mundo que no lo olvida.
¿Quieres conocer más sobre esta historia? Entonces quédate hasta el final, pues si no la conocías, seguro tocará tu corazón.
La historia de David Phillip Veter, el niño burbuja
Luego de todo el período de gestación, tiempo que cumplió completamente durante nueve meses en el vientre de su madre, el nacimiento de David y sus primeros segundos de vida no corrieron como los de cualquier otro niño en las condiciones de salud pertinentes. Su inicio fue muy distinto.
Tras ver al mundo, David fue ingresado casi de manera inmediata a una burbuja de plástico. Sin embargo, lo que su familia no sabía, era que ahora este sería su nuevo hogar, pues de allí nunca volvió a salir.
Todo ocurrió una tarde de septiembre del año 1971. El nacimiento de David se ubicaba en el tercer lugar en la familia, pues la mayor era Katherine y luego David Joseph, no obstante, el segundo falleció durante sus primeros años de infancia a causa de una enfermedad de inmunodeficiencia grave.
A partir de este momento, el anuncio de un tercer hijo puso en alerta a los padres, pero también a los médicos, pues las posibilidades de que el nuevo bebé tuviera IDGG, la enfermedad de la que murió el segundo hijo, alcanzaban hasta el 50%.
La enfermedad que encerró para siempre al niño burbuja, ¿de qué se trataba?
Debido a que se trataba de una enfermedad que comprometía directamente el sistema inmunitario del niño, la IDCG, como sería identificada, los especialistas consideraron que la mejor manera de cuidar al niño era manteniéndolo en el interior de un espacio de plástico. Se trataba de una burbuja estéril que usaría durante un corto tiempo, pensaron.
La idea era que el niño permaneciera allí en lo que encontraban una cura para superar la enfermedad. De hecho, los expertos anticipaban que David podría superar la enfermedad al paso de dos años, pero esto nunca sucedió.
En el curso de cinco años, David seguía siendo el niño burbuja, como fue conocido luego. Esta burbuja le permitía estar protegido de posibles virus y bacterias que en sus más delicados momentos habrían podido representar un riesgo tan alto que incluso pudo haberle ocasionado la muerte.
La burbuja era una especie de centro de aislamiento que fue diseñado por ingenieros que pertenecían a la NASA. Y lo más interesante y noble a la vez, fue que también crearon un traje de astronauta para David, el cual también le permitía moverse con mayor libertad, así como también abrazar a su familia.
Así creció David, el niño burbuja
Con el paso del tiempo, no solo se sumaron asuntos relacionados con la enfermedad del niño en la mesa de discusiones, sino que también se tocaron otros en relación con la formación del niño. Esto se debía a que los expertos del Centro Hospitalario de Texas, lugar en el que David permaneció durante sus primeros años de vida, cuestionaron si era ético que el niño fuera criado en estas condiciones.
Dadas las circunstancias, el personal del lugar concluyó que su caso era muy especial y que mantenerlo allí, reducía considerablemente las posibilidades de que muriera a causa de contacto con algún virus.
Cada elemento que ingresaba a la burbuja de David debía ser esterilizado completamente antes de entrar y luego, pasar por las esclusas. Esto incluía no solo alimentos, sino también pañales, libros, prendas de vestir, agua, entre otros.
El final que nadie esperaba para David
Hacia el año 1983 una esperanza se alzó en el cielo con mucha intensidad. Los médicos hallaron una posible solución para la enfermedad de David, se trataba de una transfusión de médula ósea. Para ello, Katherine, su hermana, se ofreció como donante para curar para siempre a su hermano.
Pero los planes del universo eran otros. Luego del procedimiento, el cual se realizó con éxito, pasaron cuatro meses en los que David cerró para siempre sus ojos. Con tan solo 12 años, el pequeño niño burbuja le dijo adiós al mundo a causa de linfoma, un tipo de cáncer que habría ingresado a su organismo y se encontraba en la médula de su hermana.
La historia de David y la lucha de su familia para salvarlo, logró grandes cambios para el resto del mundo, pues gracias a su legado existen leyes enfocadas en realizar pruebas a recién nacidos para detectar este tipo de enfermedades. Así, facilitan realizar los diagnósticos y empezar a tratar la enfermedad a tiempo.
Hasta el momento, se cree que David fue el último humano en permanecer en una burbuja de plástico.