Por qué tu nariz tiene esa forma: conoce la herencia de los neandertales

Una invitación a pensar en cómo nuestras características físicas han sido modeladas por la selección natural para responder a los desafíos medioambientales que nuestra especie ha enfrentado.
Por qué tu nariz tiene esa forma: conoce la herencia de los neandertales

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 octubre, 2023

Si alguna vez nos habíamos preguntado qué tan lejos o cerca estamos de nuestros antiguos parientes neandertales, el tema que te vamos a presentar te sorprenderá, pues estamos mucho más cerca de lo que pensábamos. Un rasgo que da cuenta de ello es la forma de nuestra nariz. Quédate hasta el final para descubrir más de esto tan fascinante.

El curioso secreto de la forma de nuestra nariz 

Aunque gracias a los avances científicos hemos podido evidenciar gran parte de nuestra evolución, un reciente estudio de University College London (UCL) encontró que la forma de nuestra nariz es el resultado de una herencia directa por parte de nuestros ancestros los neandertales. Resulta que la forma alargada y grande tiene un origen muy particular, pero antes necesitamos echar un vistazo a esta especie. 

Los neandertales eran una especie de homínidos, una familia de primates, que vivió principalmente en Europa, aunque también se ha hallado que vivieron en algunas partes de Asia occidental y central durante cientos de miles de años. Sin embargo, la cuestión no termina allí, pues resulta que son los parientes extintos más cercanos de los seres humanos modernos. 

Tanto es así que compartimos un ancestro común con ellos, el cual se remonta a hace unos 800.000 años. Esto quiere decir que nuestro vínculo genético con los neandertales no solo es profundo, sino que además influyó en la forma en la que nos vemos en la actualidad. 

¿Por qué los neandertales tenían una nariz tan particular?

La nariz de este grupo de homínidos era robusta y alargada. Se cree que estas características les permitían regular el aire frío y seco durante la Edad de Hielo, una especie de adaptación que les facilitó superar condiciones climáticas extremas y en este mismo sentido, responder a las demandas de oxígeno que sus cuerpos grandes también requerían. 

En últimas, esta adaptación les permitió sobrevivir a entornos complejos y fue así que continuó a partir de la reproducción entre especies, un rasgo que sigue estando vivo en algunos seres humanos. 

Y lo que dice la ciencia 

Ahora bien, según los investigadores, existe un gen específico heredado de los neandertales que incidió en la forma de nuestra nariz. Según los análisis, el gen provoca que algunas personas tengan narices más alargadas. 

Para dar con este dato, emprendieron un estudio que contó con los datos de 6,000 humanos modernos de ascendencia mixta europea, africana de América Latina y nativa americana. Involucrar a personas de distintas zonas permitió darle un enfoque mucho más diverso que el aplicado en estudios genéticos anteriores que se concentraban en genes europeos. 

Una vez cruzaron los hallazgos genéticos con medidas de rasgos faciales, dirigidos especialmente a nariz y labios, el cuerpo de investigación halló 106 puntos de referencia faciales detectados en: nariz, boca, sien y barbilla. 

En palabras de Qing Li, autor principal de la investigación:

“El gen identificado puede haber sido heredado de los neandertales para ayudar a los humanos a adaptarse a climas más fríos cuando nuestros antepasados salieron de África”. 

Sin duda, mientras más avanzamos en nuestra comprensión evolutiva, nueva información aparece en donde descubrimos las raíces de nuestros rasgos faciales, por ejemplo. Una excelente invitación para pensar en cómo nuestras características físicas han sido modeladas por la selección natural como una manera de responder a los desafíos medioambientales que nuestra especie ha superado a lo largo de la historia. Por ello, más que un rasgo estético, son una puerta a nuestro pasado evolutivo. 



  • Li, Q., Chen, J., Faux, P. et al. Automatic landmarking identifies new loci associated with face morphology and implicates Neanderthal introgression in human nasal shape. Commun Biol 6, 481 (2023). https://doi.org/10.1038/s42003-023-04838-7