Misterio resuelto: conoce la razón por la que el semen se vuelve pegajoso cuando toca el agua
Por años el semen ha sido un tema de interés de la especie humana si hablamos de perspectivas biológicas, culturales, psicológicas y sexuales. Si bien es un componente esencial para la reproducción, también es cierto que a su alrededor se han tejido mitos y creencias de este fluido, donde le atribuían, incluso, propiedades místicas, como sucedió en las antiguas civilizaciones.
Esta influencia cultural, en particular, ha contribuido a que la atención hacia el semen siga creciendo y alimente nuevos temas como el que te presentaremos a continuación.
El semen y el agua: ¿por qué cambia su estado al entrar en contacto?
Ya sea porque hayas presenciado este proceso o bien, porque te lo hayan contado (no entraremos en detalles), es cierto, la densidad del semen cambia en cuanto toca el agua, una extraña reacción que ha desencadenado mitos como por ejemplo que este estado altera la fertilidad del semen, lo que no es cierto.
Para empezar, debemos dirigirnos a la explicación científica sobre el comportamiento del semen cuando se mezcla con el agua. Esto se debe a dos componentes especiales en el fluido corporal, de un lado la semenogelina y de otro el antígeno específico de próstata (PSA).
Estos dos elementos se distinguen porque la semenogelina es una proteína de coagulación que provee de viscosidad, mientras que el PSA es una proteína de disolución. Los dos operan en conjunto para ejercer un papel crucial en el proceso de la fertilización. El resultado de estos dos componentes crea una textura única para proteger al semen en cuanto ingresa a la vagina, de manera que la semenogelina se asegura de que permanezca en su lugar y cumpla su función principal antes de dispersarse: ir hacia el óvulo.
El PSA disuelve la semenogelina, proceso crucial para lograr la liberación del semen de su estado pegajoso y así facilitar su avance hacia el óvulo.
Entonces, ¿qué sucede cuando entra en contacto con el agua? De acuerdo con la comunidad científica, el agua interfiere con la capacidad del PSA para descomponer las propiedades coagulantes presentes en la semenogelina. Es decir, dificulta la función del PSA y genera que el semen aumente su viscosidad.
¿El contacto con el agua podría prevenir un embarazo?
La respuesta es no. Aunque se trate de una reacción extraña, el cambio de textura, como explicamos, no afecta el componente interno del semen, de manera que no altera las propiedades fertilizantes que conlleva. Por esta razón, si quieres prevenir un embarazo no deseado, el sexo seguro debe ser la prioridad, así como también evitar la transmisión de enfermedades.
No importa si se trata de ambientes secos o húmedos, el sexo seguro prima sobre cualquier condición, en especial y en este caso si no se busca la fertilización. Y mientras tanto, sigamos sorprendiéndonos con los misterios de la naturaleza y con ella la ciencia, que sigue arrojando luz sobre temas que en algún punto de la historia carecían de respuestas.