Inflamación crónica: conoce este enemigo silencioso para tu salud
Con hábitos saludables podemos reducir en gran medida distintos tipos de problemas de la salud. Sin embargo, existen otros que, aunque importantes, en algunos casos no hacen tanto ruido y por ello son difíciles de detectar, entre ellos la inflamación crónica. Quédate para que te contemos de qué se trata y cómo cuidarte de ella.
¿De qué se trata la inflamación crónica?
Lo primero que debemos saber es que primero pasa por una inflamación aguda que ocurre como respuesta inmunológica ante la presencia de infecciones, pero también necesaria para la curación de heridas. Sin embargo, cuando hablamos de inflamación crónica, sucede cuando persiste y llega a convertirse en un enemigo con efectos delicados.
Si bien la inflamación aguda es una reacción natural, la inflamación crónica es un tipo de respuesta prolongada que no se termina rápidamente. Puede llegar a dañar los tejidos del cuerpo y pasar a ser una condición subyacente que pasa de manera desapercibida. De hecho, algunas investigaciones han señalado que esta condición puede desencadenar problemas que van desde enfermedades cardíacas hasta trastornos autoinmunes.
¿Por qué se produce y cómo combatir este tipo de inflamación?
Es importante saber que son varios los factores que pueden desencadenar la inflamación crónica en distintas partes del cuerpo, entre ellos se encuentran la falta de actividad física, una dieta alimenticia poco saludable, la exposición a toxinas ambientales y el estrés crónico.
Ahora bien, si no siempre se manifiesta de manera evidente, existen aspectos que permiten observar señales de alerta. Entre ellos se encuentran:
- Dolor en articulaciones.
- Problemas digestivos.
- Cambios de peso.
- Insomnio.
- Fiebre.
- Fatiga.
Claves para combatir la inflamación crónica
Existen varias formas en las que una vez detectada la inflamación de este tipo podemos hacerle frente. Para ello, presta atención a lo siguiente:
Lleva una dieta antiinflamatoria: incluye alimentos ricos en antioxidantes, entre ellos puedes incorporar frutas y verduras. Procura evitar los alimentos procesados que pueden favorecer aún más el problema de inflamación.
Procura controlar el estrés: los afanes de la vida diaria fácilmente pueden llevarnos al estrés, pero podemos hacerles frente. Opta por implementar técnicas de relajación, como meditar o hacer yoga, seguro que te ayudará a aliviar la inflamación.
Practica actividad física regular: realizar ejercicio siempre será un sí rotundo. Ten en cuenta que el ejercicio moderado no solo ayudará a reducir los elementos inflamatorios en el organismo, sino que además fortalece tu cuerpo y te ayuda a prevenir otros problemas de salud.
Cuida tus momentos de descanso: un sueño reparador es un elemento crucial contra muchas enfermedades y padecimientos. Recuerda que durante el descanso tu cuerpo se recupera, por lo que priorizar tus momentos de descanso contribuirá a restarle puntos a la inflamación.
Saber qué es la inflamación crónica, así como también abordarla en cuanto la detectamos, es fundamental para prevenir el paso a enfermedades crónicas como ciertos tipos de cáncer, diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas. Y si bien es silenciosa, esto no le resta complejidad, por lo que una vez más, gran parte de la solución está en tus manos.