Un amor puro: Raphael y Natalia protagonizaron una historia que venció los prejuicios de la sociedad
¿A quién no le han emocionado las historias de amor con un final feliz? Seguramente, muchas de las que tenemos recuerdo han ocurrido en la pantalla o en los libros, pues pocas son conocidas en el mundo real. Aun así, esto no quiere decir que no sucedan.
Es por ello que hoy queremos contarte una de las historias más conmovedoras y dulces que logró sobrevivir a todo. Lo mejor, es que es real.
Las historias de Raphael y Natalia
Contra todo pronóstico, Raphael y Natalia escribieron una de las historias de amor más recordadas de los últimos tiempos. La fuerza de sus sentimientos logró vencer los prejuicios y construyeron el más fuerte de los vínculos para luchar contra todo. ¿Amor imposible?
El primer protagonista es Raphael, un cantante de balada romántica bastante recordado, que con sus letras conmovió a su público durante toda una carrera activa y de mucho éxito.
Raphael, el exponente de la balada romántica
Miguel Rafael Martos Sánchez nació en España, en 1943, en el seno de una familia humilde y muy cariñosa. Su talento se manifestó a temprana edad, aproximadamente a los 3 años, cuando cantaba en la Iglesia. Posteriormente, se fue desarrollando en el coro. Esto último lo animó a participar en concursos.
Su salto al reconocimiento público tuvo frutos a partir de su participación en Eurovisión. Aunque no le permitió llevarse el premio principal, pudo ser conocido como el primer artista procedente de España.
Natalia, la brillante periodista
Por su parte, Natalia Figueroa, nacida en 1939, venía de una familia aristócrata de este mismo país, pues era hija del marqués de Santo Floro. Además, ella ya era reconocida nacionalmente por su aparición en la televisión como una de las periodistas más destacadas.
Así, aunque puntos fijos para los medios de su país, esta pareja de profesionales y apasionados estaba lejos de pensar que un día el destino los uniría para siempre.
El inicio del amor más puro
El camino empieza a trazarse en 1968 en su país natal: España. Allí tuvo lugar un importante concurso de Radio España, en el que Raphael se llevó el premio y Natalia era quien entregaba el galardón. Sin embargo, mientras ella lo encontró pedante, él la vio preciosa.
Raphael no tuvo mucho qué pensar y pronto tomó la decisión de pedirle su número de teléfono. Así, Natalia decidió darle una oportunidad y empezaron a salir.
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Pero no todo fue color de rosa para la pareja que empezaba a conocerse. En especial, porque el padre de Natalia no autorizaba su relación. Desconfiaba de la popularidad de Raphael. Aun así, él quiso despejar esas ideas, enviando cartas a su amada al pie del calendario.
Contra todo lo que alguna vez se había puesto en su contra, su amor los llevó al altar en 1972. No sin que antes superaran una lluvia de comentarios y prejuicios que anunciaban la terminación de su relación de manera prematura.
Contrario a lo que muchos pensaron, la pareja no solo escribió la historia de amor de su familia, sino que ambos crecieron profesionalmente, desarrollando vidas artísticas y laborales promisorias.
Su amor sigue inspirando corazones alrededor del mundo. Sin duda alguna, una de las historias sacadas de los cuentos de hadas que nos pone a soñar por su perseverancia y decisión.