Erno Rubik: la historia que no conocías sobre el creador del cubo más famoso del mundo
Seguro en algún momento habrás visto uno de estos cubos que con tanta curiosidad e ímpetu nos hemos propuesto armar. Sin embargo, lo que no sabías es que lleva el nombre de su creador: Erno Rubik.
¿De quién se trata y cómo surgió el cubo más famoso del mundo? Te lo contamos aquí.
La historia de Erno Rubik
En 1944 nacería un niño tan curioso por el mundo como todos los demás, pero profundamente intrigado por lo que hacía su padre, quien era un disciplinado aviador que le demostraba cada día a Erno que los obstáculos estaban allí para ser vencidos.
Esta admiración por su padre se traduciría luego en una formación de valores y creencias que pronto empezaron a regir su corazón.
Fue así que, intuitivo con sus pasiones, Erno Rubik decidió estudiar escultura en la Universidad Técnica de Budapest, pero no contento completamente con ello, también emprendió en el camino de la arquitectura en la Academia de Artes Aplicadas y Diseño.
Un objetivo y un instrumento que cambiaría su vida
Cuando tenía 30 años, guiado por una genuina pasión por construir modelos geométricos, diseñó un cubo muy particular cuando ya ejercía como profesor de arquitectura en la Facultad de Artes Aplicadas de Budapest. Se trataba de un cubo con 27 bloques de madera que tenía una función muy particular.
¿Cuál era su intención? Que sus alumnos comprendieran algunos aspectos fundamentales del espacio y de la geometría tridimensional.
Este primer cubo de Erno Rubik estaba hecho de madera, unido con ligas de plástico. Sin embargo, cuando estas cedieron lo suficiente como para romperse, Erno notó una nueva posibilidad: que el cubo pudiera moverse de maneras distintas creando diversas combinaciones.
Una oportunidad que lo cambió todo para el cubo de Rubik
En alguna ocasión, un húngaro expatriado que trabajaba para una compañía de computadoras, llamado Tibor Laczi, vio a Erno Rubik. Sin embargo, su apariencia abandonada le hizo pensar que pronto podría ser un mendigo más que transitara por aquellas calles.
Curiosamente, sabía de su creación y, por eso, al ver el cubo, decidió hablar con Erno Rubik para llevar el artículo a la Feria del Juguete de Núremberg, en Alemania. Y así lo hizo en 1979.
Allí conocieron a Tom Kremer, un juguetero experto que quedó impresionado por el elemento que Rubik había creado. Fue así como lograron un contrato con Ideal Toy Company, la empresa que se encargaría de comprar y distribuir al menos un millón de cubos con los que el gran artículo logró al fin saludar al mundo.
Pronto, el gran cubo de Rubik se convirtió en un importante invitado en ferias de juguetes en Europa y América. Incluso, se llevó el premio a Mejor Juego del Año en 1980, en el Reino Unido, bajo la categoría de mejor rompecabezas.
Así, al día de hoy, se ha convertido en el juguete con más libros publicados sobre él y el único con más de 43 trillones de combinaciones posibles.
Además, existen competencias para resolverlo e incluso se han llevado el récord mundial del menor tiempo en resolverlo. ¡Fue de 4 segundos! ¿Puedes creerlo?