Descubre el poder de influencia que tienes en tus hijos: 3 consejos para una crianza amorosa y respetuosa
Sin duda, la crianza es una de las responsabilidades más importantes, valiosas y a la vez poderosas de los padres y madres hacia sus hijos. Sin embargo, construir una crianza amorosa y respetuosa puede llegar a ser un reto si es que de niños no la tuvimos.
¿Sabías que la crianza que recibiste puede influir en tus hijos? Aquí te contamos más:
¿Cómo lograr una crianza amorosa con tus hijos?
A medida que los niños crecen, lo absorben todo. No solo los genes heredados biológicamente, sino también los valores, los comportamientos y hasta las actitudes que bien les enseñamos o que ven en sus padres y madres a diario.
En este sentido, resulta crucial hablar de una crianza consciente en la que el amor, el respeto y la seguridad brillen. Para esto, debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Ofrece una atención positiva
Lo primero que debemos considerar es que brindarle a un niño una atención positiva consiste en uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se empezará a construir su desarrollo tanto emocional como afectivo.
Por ello, actividades como escucharlos con atención, demostrarles cariño a través de abrazos, jugar con ellos y participar en las actividades que realizan a diario serán elementos cruciales para crear un vínculo afectivo sólido. Sin duda, esta conexión los alentará a explorar el mundo con mayor valentía.
2. Ayúdalo a ganar seguridad en sí mismo
El segundo punto consiste en iluminar el camino para que gane su propia seguridad emocional, un poder increíble para el bienestar de los niños y en este punto, por supuesto, también existe un gran poder de influencia.
¿Cómo hacerlo? Es posible ayudar a que los niños se sientan protegidos y confiados si sus padres están presentes en momentos en los que se sientan inseguridad o miedo. Su protección les dará mayor tranquilidad y puede fortalecer su autoestima. Las palabras y los gestos amorosos seguirán impulsando sus acciones.
3. Recuérdale que de los errores también se aprende
Saber que nadie es perfecto es una llave con mucho poder. Una crianza amorosa debe ser también consciente y en este sentido, implica comprender que nadie es perfecto, ni siquiera tú como padre o madre.
Esta también puede ser una herramienta para ti, pues juntos deben ver que los errores son oportunidades de aprendizaje que les permitirán seguir creciendo, en especial para un niño con su desarrollo emocional en curso. Para esto, cultiva la humildad en su corazón, ayúdalo a sentirse cómodo con sus imperfecciones y siempre levantarse cuando hay alguna dificultad.
Es importante recordar que los padres son el primer modelo a seguir para los niños. Desde sus palabras hasta sus acciones tienen un poder máximo de influencia en cómo los pequeños perciben el mundo y cómo interactúan con él.
Ser consciente de nuestro propio comportamiento nos permite ser un modelo positivo para nuestros hijos y así, lograr una crianza amorosa.
