Descubre qué hay detrás de las pérdidas amorosas y por qué no deberías arrepentirte
En el momento en el que una persona que amamos se aleja de nuestra vida, es normal que sentimientos como el dolor y la tristeza vengan a visitarnos. No nos explicamos el porqué de su decisión, es incomprensible y aun así nos volvemos a sentir el agobio más profundo. Así se suelen vivir las pérdidas amorosas.
Sin embargo, lo que muchas veces ignoramos es que esta partida es también un nuevo comienzo.
Lo que deberíamos saber de las pérdidas amorosas
Vivir el dolor y sentirlo hace parte del proceso, es necesario pasar por este camino, pero en muchas ocasiones está en nuestras manos quedarnos allí, sumergirnos en la oscurdad. Seguro habrás escuchado que cuando alguien se aleja de ti es porque Dios te está protegiendo. Y antes de cualquier negación, ya sea que creamos o no, esta idea da paso a una reflexión sobre cómo se enfrentan las pérdidas, a la vez que abre varios temas de discusión.
La presencia de algunas personas
Si echamos un vistazo al pasado, veremos cómo entraron y salieron muchas personas a lo largo de nuestra vida. Ya sea en entornos laborales, académicos y sobre todo, sentimentales. Por ello, parecería que muchas personas están destinadas a irse en algún momento, tal vez cuando la etapa que nos involucraba se termina.
Aun así, esto solo será visible con el paso del tiempo y la distancia, elementos que nos permitirán observar cómo algunas relaciones no estaban destinadas a florecer y cómo en su adiós permitieron la llegada de nuevas oportunidades.
Porque no somos ni tenemos propiedad sobre alguien
Otro asunto importante es el aprender a dejar ir. Aferrarnos a alguien no solo priva a esa persona de su libertad, sino que también nos la quita a nosotros mismos. Querer en la libertad y la idea de que somos independientes no resta amor, sino que suma madurez emocional.
Esto es mucho más claro cuando parece que estamos ligados a personas que no nos aportan luz y que en realidad, su presencia nos hace mucho más daño que bien. Dejar ir es clave para el crecimiento emocional y espiritual.
La importancia de la gratitud
Agradecer por lo que sucede es una de las formas más sencillas y a la vez más poderosas de reconocer lo que está pasando, de estar presentes y ser conscientes de lo que estamos sintiendo y experimentando. Es también una forma de observar los regalos de lo que fue la presencia de esa persona que ya no está en nuestras vidas y liberarnos de la pérdida amorosa desde un lugar sano, agradeciendo el adiós para sanar y seguir creciendo.
Abrir los ojos y volver a la luz
Sabemos que decir adiós no es un proceso sencillo. Duele y duele mucho en su momento, pero es temporal y pasará. Y en lo que lo transitas considerando todo lo que acabamos de repasar, vamos avanzando a paso firme hacia nuevos caminos, donde podemos encontrar personas y circunstancias que nos traigan luz de nuevo.
Despedirnos y agradecer, dejará atrás las sombras, nos permitirá tener todo para construir un camino en el que podamos ver crecer relaciones genuinas que nos traigan de nuevo la paz a nuestro corazón.
En últimas, las pérdidas amorosas pueden ser una forma de protección y un paso para el crecimiento, llevándonos a una etapa de madurez mayor para abrazar lo que somos, reconociendo lo que sentimos y liberándonos de los sitios que ya no nos ofrezcan paz. Es parte del camino de la vida.