Conoce cuál es la verdadera razón de que la ropa interior femenina tenga un “bolsillo”
Y como evoluciona todo lo que conocemos, la ropa interior también lo hace. A lo largo de la historia ha escondido secretos que nos llevan más allá de la apariencia, su decoración, colores, material y demás. Es por ello que si no te habías preguntado por qué tiene esta especie de “bolsillo”, ahora la duda no te dejará tranquilo.
¿Quieres saber por qué está allí y cuál es la función que cumple? Quédate hasta el final:
¿Un bolsillo en la ropa interior?
La historia de la ropa interior para mujeres se remonta a épocas antiguas, en concreto al antiguo Egipto en el año 3000 a.C. Fue en este momento donde apareció la que sería una de las primeras piezas de lencería que consistía en una túnica delgada. Sin embargo, en ese momento tenía la función de distinguir a las mujeres de clase alta con las esclavas.
De esta manera, en el siglo XVIII se conocieron las primeras bragas, las primeras piezas de ropa interior femenina. Para entonces, estaban lejos de tener la apariencia que tienen hoy, pues eran voluminosas y les llegaban hasta los tobillos. Con el paso del tiempo empezaron a reducir su tamaño para favorecer la comodidad y el movimiento hasta llegar a los pantis que conocemos en la actualidad.
Hoy la variedad de estilos que podemos encontrar era inimaginable para la época. Existe ropa interior femenina en distintos materiales como el encaje, el algodón y otros tejidos sintéticos, así como estilos, colores y decoraciones.
Y un bolsillo con doble función
Luego de este corto viaje en el que conocimos por encima cómo han evolucionado las prendas interiores femeninas, entonces, ¿cuál es el papel que cumple el “bolsillo”?
Pues bien, lo cierto es que el doble forro que se encuentra allí cumple dos funciones fundamentales. La primera de ellas consiste en preservar la higiene femenina de manera que evita que las secreciones corporales manchen la ropa interior. Y la segunda, tiene que ver con que ofrece una capa adicional de protección a la zona íntima, evitando la sudoración excesiva y el roce incómodo con otras telas.
Ahora, ¿de qué está hecho este “bolsillo”? Con frecuencia, la ropa interior en esta parte cuenta con un doble forro elaborado en algodón. Esta fibra natural es transpirable, de manera que facilita que la humedad se pueda evaporar de manera rápida y así previniendo la acumulación de sudor y la irritación que se produce de la fricción al caminar.
Incluso, si la ropa interior está elaborada con materiales como el poliéster, que no se considera de los más adecuados para este tipo de prendas, el algodón se convierte en un escudo contra cualquier tipo de agentes e infecciones que afecten la flora vaginal.
Y como si fuera poco, este doble forro también tiene ventajas a la hora del lavado, pues facilita la limpieza de manera profunda, permitiendo que la higiene pueda mantenerse. Así previene la proliferación de bacterias en la zona y mantiene el equilibrio natural.
Sin duda, este “bolsillo” o doble forro ha resultado un aliado para las mujeres y el bienestar de su cuerpo que no es conocido por muchas personas.