Conmovedora historia de Pierce Brosnan: el actor que creció sin padre y se convirtió en uno para cuidar a los hijos de su difunta esposa
Mientras crecía, Pierce Brosnan no tuvo la oportunidad de conocer a su padre. Fue siempre una incógnita en su vida. Sin embargo, la vida le puso en el camino a unos seres maravillosos que no dudó en adoptar.
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Los primeros años de Pierce Brosnan
Su participación en la industria cinematográfica y televisiva le ha dado un reconocimiento importante en el público, en especial por ser uno de los agentes 007, en concreto el quinto James Bond de una de las franquicias más inolvidables de la pantalla grande.
Sin embargo, como lo poco que conocemos de figuras tan destacadas, la infancia de Pierce Brosnan no fue realmente sencilla. Esta es la cara oculta que no vemos fuera de las pantallas, su vida, sus experiencias, sus dolores y sus penas.
El actor irlandés nació en mayo del año 1953 y cuando apenas era un bebé, su padre se marchó de casa. Así, Pierce Brosnan creció con la compañía de su madre y sus abuelos. La señora Brosnan estaba decidida a darle el mejor futuro a su hijo, por ello sacrificaba parte de su tiempo con él para formarse como enfermera, lo que generó que solo tuvieran oportunidad de verse cada año.
Pero la situación no fue para siempre, pues en 1964 Pierce viaja a Inglaterra dejando a sus abuelos para reunirse con su madre. Hasta este momento parecería que la situación negativa había pasado, sin embargo, allí tuvo que enfrentarse al acoso por ser irlandés. Sus duras batallas formaron a Pierce Brosnan como un hombre respetuoso y amable, además de no ser un obstáculo para convertirse en una de las figuras más importantes del cine.
Así surgió el amor con la mujer de su vida, Cassandra Harris
Corría el año de 1977 cuando Brosnan conoció a la que sería su primera esposa. Estaba en casa de un amigo y sin haberlo planeado, vio allí a Cassandra Harris, quien para entonces tenía dos hijos y estaba casada con el productor Dermot Harris. Aunque en ese momento no hubo nada entre ellos, a partir de este momento algo cambió en sus vidas.
La actriz también tuvo una importante carrera en el mundo del cine, pues incluso fue la protagonista de la película “For your eyes only” de James Bond, además de otras producciones como “Rough cut! y “The Greek Tycoon”. Sin embargo, en 1986 murió el marido de Cassandra dejándola con sus dos pequeños hijos.
Algún tiempo después, el amor floreció entre Pierce Brosnan y Cassandra Harris, quienes sellaron su relación con el nacimiento de un hijo fruto de su sentimiento. La familia parecía estar en su mejor momento, incluso los hijos de Cassandra se referían a Pierce como papá, lo que no los podía tener más contentos a todos, a pesar de la pérdida de su padre biológico.
El momento que lo cambió todo para Pierce y su familia
En 1987 la familia vivió una de las situaciones más difíciles cuando a Cassandra le diagnosticaron cáncer de ovarios. Cuando le descubrieron el tumor era demasiado tarde para extraerlo, pues era muy grande y había invadido su cuerpo. Sin embargo, la pareja estaba dispuesta a luchar contra la enfermedad.
Una batalla muy dura, con días de mucho sufrimiento y dolor, generaron que la pareja terminara por abandonar el tratamiento y decidieron que lo mejor era que sus últimos días estuvieran más tranquilos. En este proceso fue como poco a poco se apagó la llama de la vida de Cassandra.
La fuerza para continuar la encontró Pierce Brosnan en sus hijos. El camino para ellos no había terminado, por ello asumieron la pérdida de Harris con valentía y amor juntos. Tal fue así que Pierce encontró nuevamente el amor en 1994 en los brazos de Keel Shaye Smith. Con ella construyó de nuevo un hogar con dos hijos más y se convirtió en el apoyo que tanto necesitaba, especialmente cuando en 2013 perdió a su hija adoptiva Charlotte por un cáncer.
Pierce Brosnan ha tenido como muchas otras personas, una vida con importantes momentos que transformaron su vida. Desde su primer matrimonio fue el padre que nunca tuvo y que siempre anheló, así se convirtió en una figura excepcional que hoy ve con alegría a cada uno de los hijos que formó con tanto amor.
