Anciana cree que su celular está defectuoso, pues sus hijos no le contestan desde hace un año
La prioridad de una madre siempre son sus hijos. Por lo tanto, los aman con todas las fuerzas de su corazón y en todo momento están pendientes de que se sientan llenos de bienestar.
Además, constantemente tienen la intención de comunicarse con ellos para hacerlos sentir importantes. De igual manera, para saber si necesitan alguna ayuda.
No obstante, muchos hijos se desentienden de sus madres cuando llegan a la adultez. Tanto así, que las esquivan incluso cuando ellas hacen todo lo posible para contactarlos.
Tal como le pasó a una madre de edad avanzada que creyó que su celular tenía algún daño y, por esa razón, ninguno de sus hijos podía contestar sus llamadas. En este artículo te contamos todos los detalles de la triste historia.
La madre que creyó que su celular estaba defectuoso
Aurora Hernández es una madre que vivía sola en Ciudad de México. No obstante, llevaba un año tratando de comunicarse con sus hijos, pero ninguno de sus intentos finalizaba con el objetivo deseado.
A causa de ello, pensaba que su celular poseía algún problema serio. Pues se negaba a pensar que a sus hijos no les naciera preocuparse por ella ni tratar de saber cómo estaba.
Por lo tanto, tomó la decisión de asistir a un centro comercial para encontrar una tienda de servicio técnico que le ayudara a solucionar el problema. Pero al contar su situación en el primer local que encontró, el dueño trató de aprovecharse de ella y cobrarle 1500 pesos mexicanos a pesar de que sabía que el celular no tenía nada.
Debido a ello, la señora le manifestó que no contaba con los recursos para pagarle todo eso y se retiró con mucha tristeza. No obstante, el señor del local de al lado —que también se dedica al servicio técnico— escuchó su problema y se convirtió en su ángel de la guarda.
La ayuda que tanto estaba anhelando la señora
El bondadoso señor de servicio técnico llamó a la señora al mostrador de su tienda, le pidió que le contara su problema y comenzó a detallar el aparato tecnológico. De ese modo, entendió que el celular no estaba defectuoso y que lo que sucedía era que los hijos nunca habían querido contestarle.
Sin embargo, en ese instante se le ocurrió una excelente estrategia para cumplirle a la madre el deseo de hablar con sus hijos. Por lo tanto, le dijo que le dejara el celular para repararlo y que no se preocupara por el precio.
Así, cuando la señora salió de la tienda, el hombre buscó el teléfono de uno de los hijos y lo contactó. Mediante esa llamada, le hizo saber todo lo que estaba haciendo la madre para comunicarse con ellos y le preguntó si él le podía hacer realidad ese milagro.
Además, le dio los datos en donde podía contactarlo a él y, de paso, a su madre. En consecuencia, a los pocos días la señora llegó al local en compañía de ese hijo que había recibido la llamada del técnico.
En ese instante, la madre le preguntó al joven si había podido arreglar el celular y él le respondió de manera afirmativa tras decirle que lo que ocurría era que el aparato tenía una imperfección que impedía que las llamadas entraran. Pues de ninguna manera estaba dispuesto a romper el corazón de la señora.
Finalmente, la señora le agradeció por arreglar el celular defectuoso e insistió en pagarle alguna suma de dinero, pero el técnico se negó a toda costa. Sin embargo, la madre le dijo que al menos la dejara comprar alguno de los accesorios de su tienda.
De esa manera, ella pudo volver a sentirse completa al estar al lado de uno de sus hijos y el joven quedó feliz de poderla ayudar.
Mira el video en el que quedó registrada toda la situación:
El impacto que tuvo la historia
Teniendo en cuenta el desenlace conmovedor, la grabación se viralizó a nivel local y causó un gran impacto. Tanto así, que una organización decidió realizar una propaganda en la que se recreaba esa situación.
Esto, con la intención de concientizar a los hijos sobre el cuidado que deben darles a los padres cuando son adultos mayores. Pues de lo contrario, pueden hacerlos sentir indefensos y causarles un daño emocional muy grande.
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